A QUIEN SE LE OCURRIERA LEER
Empecé con este blog allá por el 2008 con el fin de pasarles apuntes y algunos materiales de estudio a mis alumnos de Física, Química, Educación Tecnológica o Matemática.
No lo usé mucho. Pero estos días, mirando que tiene tantas visitas como mi blog personal Los apuntes del oso, me decidí a incorporar información para que pueda ser útil a alguien. Uno, dos o mil, no importa.
Así es que despacito voy a ir incorporando algunos de los materiales de trabajo, reflexiones y chirimbolos varios que fui generando o afanando en mis añares como docente.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Tecnología y técnicas

La Tecnología es un área del conocimiento de compleja definición que iremos aprendiendo a lo largo de este curso. Tanto puede entenderse por tecnología a los nuevos artefactos que nos sorprenden como al modo de producción de los mismos, a la aplicación de la ciencia a la producción o a muchas otras cosas.
En principio debemos tener en cuenta que el término tecnología tiene raíces etimológicas griegas. Según Wikipedia:
Es una palabra de origen griego, τεχνολογία, formada por téchnē (τέχνη, arte, técnica u oficio, que puede ser traducido como destreza) y logía (λογία, el estudio de algo).
Parece ser que para entender qué es la tecnología tenemos que partir de saber qué es una técnica o a qué llamamos las técnicas.
Podríamos empezar diciendo que
una técnica es un conjunto de acciones o procedimientos orientados a la consecución de un propósito
Vemos que la técnica es inseparable del propósito que se quiere lograr. Por ejemplo, la técnica cavar un pozo puede asociarse al propósito de plantar un árbol. Lo primero que se nos ocurre para caracterizar una técnica es preguntarle ¿para qué?

técnica

propósito
cavar un pozo
¿para qué?
para plantar un árbol
cabecear la pelota
¿para qué?
para hacer un gol
atornillar
¿para qué?
para armar una silla

Técnicas y propósitos
Es común que una técnica pueda utilizarse para diferentes propósitos. Por ejemplo:
técnica
propósito
cavar
plantar un árbol
hacer los cimientos de una casa
enterrar un tesoro

También es común que cierto propósito pueda conseguirse con la aplicación de diferentes técnicas.
técnica
propósito
accionar el picaporte de la puerta y atravesarla
salir de una habitación
sacar la traba de la ventana y atravesarla
romper la pared a martillazos

Exigencias de las técnicas (o más bien, de las tecnologías): las 4E
En la actualidad se pone mucha atención al uso de tecnologías adecuadas para la producción industrial. Uno de los criterios que puede utilizarse para evaluar las técnicas es el de las 4E. Se dice que las técnicas deben ser:
  • Eficaces: Es decir, deben cumplir con el propósito propuesto.
  • Eficientes: Deben tratar de conseguir el propósito con economía de recursos, tiempo y esfuerzo.
  • Éticas: Deben evitar producir daño físico o moral a las personas de la comunidad o a quien tome contacto con ellas.
  • Ecológicas: Deben tratar de producir el menor daño posible o riesgos al medio ambiente en el momento y para las generaciones posteriores. 
Estos criterios permiten decidir sobre qué técnica es conveniente utilizar para alcanzar cierto propósito.

Componentes de las técnicas
Entendemos las técnicas como sistemas complejos que constituyen la base de la tecnología. Por ser complejos, tienen varios elementos que las componen. Estos son
a.- SUJETO
Con este término nos referimos a la persona (o las personas) que realizan la técnica. Si el o los sujetos conocen y manejan la técnica en profundidad, diremos que es un técnico (ej. técnico electricista, carpintero…).

b.- CONOCIMIENTOS
Para realizar cualquier técnica siempre se necesitan conocimientos. Algunas son muy simples (cebar mate, ajustar un tornillo) y requieren escasos conocimientos y otras muy complejas (cirugía, diseño de aviones) requieren muchísimos.
Decimos que los conocimientos se pueden adquirir de tres maneras esenciales:
  • académicamente: Es decir, realizando un curso o una carrera. Suelen tratarse de técnicas sofisticadas que necesitan muchos aprendizajes. Por ejemplo: cirugía plástica, diseño de motores.
  • por método de ensayo (o prueba) y error: se trata de repetir la técnica una y otra vez, mejorando las operaciones hasta que se consigue obtener una técnica eficaz. El ejemplo típico es aprender a andar en bicicleta. Otros ejemplos de técnicas que pueden aprenderse por ensayo y error son hacer asado, sacar punta a un lápiz, u otras más complejas como emparchar una rueda, ganar un juego de pc.
  • por método de maestro y aprendiz: es el caso en que el maestro (o experto) le enseña al aprendiz (o novato) a aprender las técnicas de un oficio. Al comienzo le mostrará y enseñará tareas sencillas  a medida que vaya aprendiendo pasará a tareas más complejas. Es el modo en que se aprenden los oficios (carpintería, carnicería, plomería, etc.). El ejemplo típico es el de aprender a manejar un auto.

c.- ARTEFACTOS
Mencionamos como artefactos a los elementos de que se vale el sujeto para realizar la técnica. No se incluyen en esta categoría los materiales con los que el sujeto trabaja si se trata de una técnica productiva.
Los principales tipos de artefactos son:
Herramientas
Son elementos que sirven para ampliar o adecuar la acción manual del sujeto. Con las herramientas el sujeto realiza acciones sobre los objetos, por lo general, modificándolos. Su esquema de acción es el siguiente
Algunas herramientas son: martillo, peine, tenedor, tijeras.

Instrumentos
Son elementos que sirven para ampliar o adecuar la capacidad de percepción del sujeto. En este caso, quien se modifica es el sujeto a través de la información que recibe por el instrumento. Los elementos de medición entran en esta categoría.

Son instrumentos: la lupa (usada para mirar), la cinta métrica, la plomada, la regla, etc.

Máquinas
Son artefactos más complejos, que en general trabajan como herramientas, modificando materiales u otros objetos. Las máquinas suelen requerir de un aporte de energía externo, por lo general eléctrica. Según el porte y la complejidad las máquinas pueden ser manejadas por uno o más operarios.

d.- ACCIONES
Son las operaciones que realizan los sujetos para ejecutar la técnica. Estas acciones pueden estudiarse de dos maneras:
BND (Bajo Nivel de Detalle): Cuando se analizan las etapas principales de la técnica sin entrar a estudiar cada operación básica de la misma.
AND (Alto Nivel de Detalle): Cuando se analiza exhaustivamente cada operación de la técnica.
Se dice que el sujeto es un técnico cuando conoce y maneja los procedimientos de la técnica con AND.
Por ejemplo, analicemos la técnica de cebar mate con BND y AND.
Técnica cebar mate
BND
AND
1.- Poner el agua
2.- Preparar el mate
3.- Cebar el mate
1.- Ir a la cocina
2.- Tomar la pava y los demás artefactos
3.- Abrir la canilla
4.- Colocar la pava debajo y llenarla
5.- Colocarla sobre la hornalla
6.- Encender la cocina
7.- …
8.-…

 Ahora hacé algo vos...
¿Te animás a encontrar los componentes de la técnica levantar una pared?
Sujeto: ¿quién? ¿lleva un nombre especial quien realiza esta técnica?
Conocimientos: ¿qué cosas tiene que saber el sujeto? ¿cómo las aprende?
Artefactos: ¿cuáles?
¿Utiliza herramientas? ¿Cuáles?
¿Utiliza instrumentos? ¿Cuáles?
¿Utiliza máquinas? ¿Cuáles?
Acciones: ¿qué etapas tiene la técnica (análisis en BND, no más de 5 o 6 pasos)? ¿qué operaciones realiza el sujeto (análisis en AND, más de 20 pasos)? 

Dale, que encontrar los componentes de la técnica levantar una pared es menos cansador que realizarla...

martes, 17 de septiembre de 2013

Lectura longitudinal de los NAP de Educación Tecnológica

Los NAP de ET tienen una coherencia longitudinal a lo largo de la educación primaria y el ciclo básico de secundaria. Como hemos dicho en la entrada anterior Una lectura de los NAP... presentan un cierre que se puede considerar de alto nivel, pero guardan una versatilidad que casi podría considerarse intrínseca, al menos para quien esto escribe.
El cuadro que sigue intenta trazar algunas líneas internas que intentan funcionar como atractores de conceptos eligiendo una palabra (o unas palabras) -más o menos arbitraria, pero que consideré con cierta representatividad- cerrando y nombrando cada fila.
Estas palabras -propongo al lector que elija las propias según su lectura- pueden funcionar como estos atractores a partir de los cuales se pueden idear organizaciones de contenidos para su formulación temática. O, con otro enfoque, definir los recortes temáticos que constituirán los hilos para tramar una red de contenidos válida y consistente.

¿Te animás a generar tu propia lista de atractores a partir de los NAP de ET?
Eso sí, hacelo para vos, a mi me da fiaca leer esas cosas...

viernes, 6 de septiembre de 2013

Una lectura de los NAP de Educación Tecnológica para el Ciclo Básico de la Educación Secundaria

Los NAP son el resultado de una construcción colectiva que, como tal, no deja de ser una de las posibles construcciones, con la valoración diferencial de que surge a partir de acuerdos de base aceptablemente amplia.
Cualquier lectura de estos NAP también es arbitraria, aun cuando se tomen más o menos estricta y literalmente las líneas que visiblemente quedan trazadas de su lectura. O algunas de ellas.
Podemos, entonces, realizar una lectura reflejada en esquemas que involucren y relaciones los tres aspectos de la Educación Tecnológica bajo los cuales se agrupan estos núcleos de aprendizajes. Algunas relaciones se ven reforzadas por flechas o líneas que no hacen más que denotar ciertos énfasis que aparecen en la lectura.

Por su parte, cada aspecto supone una variada identificación de núcleos, los cuales más que diferenciarse interactúan del modo en que varias imágenes simultáneas construyen una imagen tridimensional.

Las posibles vinculaciones y desagregaciones de estos núcleos permiten elaborar diferentes estructuraciones de contenidos, las que percibiéndose también arbitrarias permiten sistematizar los mismos en organizaciones de curricula igualmente valederas.
Valga como ejemplo la que constituyó la primera aproximación a una propuesta de organización de contenidos curriculares de Educación Tecnológica en ciclo básico para Santa Fe en 2011 y que se aprecia en estos cuadros de relaciones.



 Conviene insistir en que se trata de una posible organización de los contenidos de la Educación Tecnológica tan válida como cualquier otra con la condición de que se revele capaz de transformarse en insumo para el siguiente nivel de especificación del curriculum. Otras organizaciones son posibles, cada una de ellas pondrá en relevancia algún aspecto.

Algunas dificultades
Se presentan en este nivel algunas dificultades –o particularidades, si se quiere- propios de la organización de contenidos para constituir una propuesta coherente y con buen sustento. Los menciono, a pesar de que algunos son más conocidos que otros y a sabiendas de que no es un listado exhaustivo y que no configuran dificultades aisladas sino se presentan como redes. Uso para introducir algunas expresiones como detalle más pintoresco que útil, pero bastante gráficas
  • No se entiende nada. Primera particularidad y tal vez la más fuerte. El lenguaje de escritura de los NAP, si bien está suficientemente cuidado es ajeno al que manejan la gran (y aquí gran no significa muchos, sino me animo a decir casi todos) mayoría de los docentes a cargo de Educación Tecnológica en las escuelas santafesinas (¿y del país?). La gran discusión inicial en la redacción de los NAP -imagino- fue: “¿escribimos correctamente o trivializamos y conformamos a todos?”, puesto que hay una mayoría de docentes que fueron trasplantados a ET sobre todo en el cambio de siglo, cuya formación de base no es específica y aun los de formación específica que fueron aleccionados en base a materiales de dos o tres autores que cristalizaron un modo de entender la ET que es muy difícil de desarraigar y que la recuesta sobre una perspectiva positivista, alejada de la cultura cuando menos. [1].
  • Se sacan las tecnologías blandas. En la provincia (y en otras) muchos docentes provenientes de las áreas contables fueron a parar a Tecnología primero y a Educación Tecnológica después. La práctica habitual de estos consistía (y consiste, me consta) en tomar –y dictar (y tomar en exámenes, etc.)  a los alumnos- la definición de Tecnología[2] acuñada a cincel y fuego por los CBC de la ley federal. Por un lado, esto los habilitaba a utilizar el lenguaje conocido (demandas, servicios, bienes, gestionales…) y por el otro a enseñar los clásicos contenidos de contabilidad o economía. Esto sin entrar a profundizar qué se dice cuando se distinguen las tecnologías blandas de las duras.
  • No se centra en la lectura del objeto y el proyecto tecnológico. Durante la aplicación de la ley federal, para la asignatura Tecnología se fueron perfilando como sustanciales dos procedimientos: la lectura del objeto (o análisis de productos) y el proyecto tecnológico[3]. Procedimientos que, como tales, resultan herramientas interesantes entre muchas otras, pero se constituyeron en recetas generales y en el corazón del contenido de gran parte de las capacitaciones impartidas, por lo que se convirtieron en el decálogo de la enseñanza de la tecnología para muchos docentes. Y esto, como se indica en la nota al pie 1, se ha transformado en un núcleo intocable en los docentes con formación específica.
  • Son una enormidad de contenidos. Desde un punto de vista esto es cierto. Se intentó que los NAP de ET (de primaria y secundaria básica) constituyesen un cuerpo coherente y con algún grado de independencia de otros niveles, ya que en muchas jurisdicciones no hay continuidad o hay una enseñanza de tecnologías específicas en el ciclo orientado. Es por ello que se vislumbra un cierre que podríamos calificar de “alto nivel”. 
    Pero no es menos cierto que cualquier estructuración de contenidos los tres aspectos consignados en los NAP no se concatenan sino que buscan complejizar la mirada. Quizás aparezca esta dificultad sumada a otra asociada –y que en mi opinión es la dificultad de fondo en este aspecto- que es la de seleccionar adecuadamente los recortes temáticos desde los cuales se enseñarán estos contenidos. Esta particularidad no es menor, pero resulta la menos inabordable para trabajar desde el diseño.
  • No hay bibliografía que abarque todo así como está. No la hay. Y esto puede ser visto como una amenaza o como una oportunidad. Desde mi punto de vista diría: no la hay, por suerte. Una pregunta posible es hasta qué punto se delega y/o confía en el docente la búsqueda y selección bibliográfica. Existen materiales, libros, revistas especializadas, que se constituyen como reflexiones o propuestas, pero no “el libro” al estilo de los existentes un tiempo atrás y que son muy difíciles de recomendar para la educación tecnológica que se plantea hoy.
Con este sencillo planteo pretendo mostrar algún recorrido posible de lectura inicial de los NAP de ET y de algunas dificultades que se presentan al momento de pensar y discutir una propuesta curricular basada en ellos. Muestra que no agota la cuestión, solamente plantea desde mi particular visión situada uno de los posibles hilos de Ariadna para recorrer los bifurcados senderos del jardín de estos NAP sin desconocer las dificultades, los escollos y las críticas que configuran el aquí y ahora y contribuyen a dar forma a un posible curriculum.



Notas
[1] En Feria de Ciencias de la provincia (2009-2012), por ejemplo, realizamos ingentes esfuerzos por modificar algunas cuestiones. El caso más claro es el del llamado proyecto tecnológico, que al modo positivista se emparenta con el método científico en su carácter de receta y sobre lo cual no es necesario explicitar más.
[2] La tecnología es una  actividad social centrada en el  saber hacer que, mediante el uso racional, organizado, planificado y creativo de los recursos materiales y la información propios de un grupo humano, en una cierta época, brinda respuesta a las necesidades y a las demandas sociales en lo que respecta a la producción, distribución y uso de bienes, procesos y servicios.
La tecnología  nace de necesidades, responde a demandas e implica  el planteo y la solución de problemas concretos, ya sea de las personas, empresas, instituciones, o del conjunto de la sociedad.
Existen tecnologías llamadas "blandas" o gestionales, cuyo objetivo es optimizar el funcionamiento de las organizaciones e instituciones. El desarrollo de estas tecnologías se da siempre con el soporte de las tecnologías llamadas "duras" como la mecánica, la electrónica, la informática o la biotecnología. (Encabezado de los CBC de Tecnología para la EGB).
[3] Es por eso que se destacan el  análisis de productos y los  proyectos tecnológicos como procedimientos de la tecnología que articulan todos los bloques de contenidos de esta propuesta para los CBC del capítulo de tecnología. (Encabezado de los CBC de Tecnología para la EGB).

domingo, 1 de septiembre de 2013

Ritmo y movimiento en la tecnología



Artefactos, cosas de la cultura
Nacemos en un mundo pleno de artefactos[1]. Desde los albores de la humanidad, los artefactos −su producción, transformación...− nos definen como seres humanos. Muchos artefactos nos preexisten y conforman el paisaje en el que hemos nacido y nos hemos criado. El bebé con su chupete, su ropita, su cuna y demás, a diferencia de los animales, aparece en este espacio y en este tiempo bullente de artefactos; su presencia, sus sonidos, nuestra preocupación por ellos van configurando el espacio tecnológico cotidiano de tal manera que podríamos decir que inmediatamente naturalizamos lo artificial.
En esencia, no hay diferencias que no se refieran a la cantidad e intensidades, fenómenos similares sucedieron en todas las épocas. Artefacto que un día aparece[2], irrumpe, sorprende, quizá atemoriza, mañana es cosa de todos los días. Pensemos en los celulares, las computadoras y, retrocediendo, los aviones, autos, arcabuces, arco y flecha... Señores mayores que evitaban el contacto con el endemoniado control remoto cuando cambiaron el televisor, hoy se adueñan del mismo y acarician sus botones como a la panza de un cachorro...
Pero se verifica un fenómeno poco menos que extraño: existe la sensación generalizada de la perennidad de los artefactos en los niños y en no pocos adolescentes. Como regla general, reconocen que “no siempre hubo” tal o cual artefacto, pero los procesos de aparición les son esquivos. Los artefactos no parecen ser vistos como productos culturales. Antes bien, el mundo cultural −escuela incluida− prefiere demonizarlos. Que lo acomode fulano que entiende de esto,  yo lo uso pero cuando no anda no sé, estos aparatitos nuevos los maneja mi hijo que vos vieras cómo les agarró la mano, yo me siento de otra época con todo esto y mucho más.
Sin embargo, la creación de artefactos sí constituye un evento cultural en tanto se ven involucradas aquellas necesidades, búsquedas, deseos, de una comunidad humana que excede el mero concepto de invento, que pareciera domina la visión más generalizada. Las técnicas y tecnologías como producción humana situada, estructurada por el espacio y el ritmo del tiempo en que se generan merecen ser consideradas como tales.
Las discusiones de tipo epistemológico acerca de definiciones precisas de técnica y tecnología como expresiones particulares o Técnica y Tecnología como grandes áreas de producción humana no han terminado y, en cierta forma, definen los grandes debates de Tecnología o Educación Tecnológica como área curricular en la escuela. Sin embargo, es necesaria una cierta precisión al momento de emplear estos términos en su versión más acotada; es decir, al hablar de una técnica o una tecnología particular.
Según Abel Rodríguez de Fraga: “Entiendo por una técnica, a la unidad morfológico-funcional integrada por uno o más soportes (cuerpos y artefactos), por los programas de acción movilizados y por los conocimientos puestos en juego por los individuos participantes. Esta estructura,... corresponde a la de la mínima unidad técnica donde se expresa el sistema hombre-artefacto. Se diferencia del enfoque tradicional en el cual un artefacto aislado puede llegar a ser concebido como capaz de llevar a cabo una acción técnica. El concepto de (una) técnica, no alude a un sistema material sino a la estructura simbólicofuncional correspondiente, como debería ser entendida desde un enfoque cibernético-constructivista.
En cambio denomino tecnologías, siguiendo el criterio más empleado, a conjuntos de técnicas que comparten los mismos fundamentos o principios como cuando se habla de las tecnologías líticas, las tecnologías microelectrónicas, etc.”[3]

Las técnicas, estos programas de acción complejos, siempre están orientadas a un fin, es decir son orientadas teleonómicamente. Este es un rasgo esencial que se debe tener en cuenta al mirar las técnicas. Se podría decir que muchas veces nuestra formación escolarizada (y la de muchos especialistas) nos propone el enfoque causa-efecto del análisis científico cuando queremos adoptar una postura (una vez más) “científica” sobre cierto artefacto ignorando el aspecto funcional. Esto se opone a la más básica de las preguntas ante un artefacto nuevo que se nos presenta: “Y esto, ¿para qué sirve?” Lo mismo vale para las técnicas. Pregunta esencial: ¿para qué? Cada técnica individual debe responder a esta pregunta sobre los propósitos.
Una primera y fundamental distinción, entonces, se puede hacer sobre las miradas. Si bien se trata de una simplificación, nos ayudará a percibir los rasgos esenciales de estas miradas.


Elementos para pensar el ritmo y el movimiento en sistemas técnicos
El movimiento es propio de los sistemas técnicos, no existe sistema técnico en que no se verifique, desde los sistemas mecánicos en los que el movimiento constituye su razón de ser en tanto se busca por medio de sus transformaciones constituir sistemas que ejecuten modificaciones en determinados materiales, hasta los sistemas informáticos microeléctrónicos, donde se encuentra subyaciendo en todo el sistema distribuyendo flujos de energía e información, todas tecnologías descansan en el movimiento.
El ritmo, esa organización del tiempo que se percibe como estructura, permite establecer diferentes grados y perspectivas de análisis. Ritmo de producción, ritmo acelerado de desarrollo tecnológico, el ritmo en la frecuencia de un reloj de computadora, el ritmo en la liberación de gases, en las mediciones equiespaciadas.
Así pues no estamos exagerando los hechos cuando sugerimos que los monasterios -en un momento determinado hubo 40.000 hombres bajo la regla benedictina- ayudaron a dar a la empresa humana el latido y el ritmo regulares colectivos de la máquina; pues el reloj no es simplemente un medio para mantener las huellas de las horas, sino también para la sincronización de las acciones de los hombres… El reloj, no la máquina de vapor, es la máquina clave de la moderna edad industrial[4].

Continuidad
La técnica se inicia con el hombre, constituye un proceso evolutivo a través del cual las técnicas más recientes proceden de las anteriores. Se apoyan en saberes empíricos avanzando generalmente por ensayo y error. Los saltos o mutaciones que experimenten ante el aporte de las ciencias no impiden la existencia de un proceso técnico.
En cada momento histórico, y muchas veces limitadas a un cierto territorio, las técnicas existentes interactúan entre sí condicionándose mutuamente, ya sea a través de refuerzos o interferencias, constituyendo redes dinámicas que caracterizan a cada zona y a cada época.

Cambio
Sin embargo, cuando decimos que las técnicas van evolucionando, notamos la presencia de cambios. Solemos escuchar hablar de grandes inventos que han cambiado la historia, como la imprenta, la máquina de vapor, la pila eléctrica, etc. pero es raro escuchar el comentario de cómo el pelapapas
Muchos de estos cambios se verifican como innovaciones y adaptaciones de sistemas preexistentes –tanto artefactos como procesos- que constituyen el sostén conceptual de lo nuevo.
Las adaptaciones constituyen usos de un artefacto en funciones distintas a las que fueron concebidos, pero también, y por sobre todo, la presencia de cambios en artefactos existentes para satisfacer demandas del medio.
Las innovaciones consisten la incorporación de novedades, asociadas a incorporación de nuevas funcionalidades o de aplicación de desarrollos científicos a los artefactos.

Duración y Permanencia
Las tecnologías existentes proceden como dijimos de desarrollos evolutivos que interactúan según las condiciones temporoespaciales y culturales del entorno. Suele concebirse a la Tecnología como una marcha lineal y ascendente donde cada nueva tecnología, dejando atrás a las otras (y sobre todo a los otros) vinculadas a ellas, fuera construyendo "el progreso". Así se naturaliza la idea de que habría tecnologías que superan y triunfan sobre otras, cuando esto quizás solo sea aplicable a los colectivos sociales que compiten produciéndolas y, en general, a la matriz darwiniana que ostentan la mayor parte de las sociedades contemporáneas. En ese contexto, también el lenguaje pareciera haberse puesto al servicio de esta confusión. La sola mención de que la educación promueva la enseñanza de "las nuevas tecnologías" se traduce automáticamente en una referencia a las tecnologías de la información y de la comunicación (más conocidas en todo el mundo como "TIC") y no a otras tecnologías igualmente relevantes.”
Es claro que las bases tecnológicas persisten, las funciones que suelen realizar los seres humanos van transfiriéndose a los artefactos. Las técnicas básicas de tratamiento de materiales (tracción, compresión, corte, taladrado, torsión, etc.) persisten aunque se desarrollan de manera diferente conforme a la generación de procedimientos en los que ciertas funciones se van transfiriendo a los artefactos (aporte de energía, control, etc.).
No se conocen técnicas o artefactos que se desarrollen prescindiendo de las tecnologías anteriores, por lo que constituye una falacia conceptual el sepultamiento discursivo que sufren los sistemas de técnicas que sustentan las actuales tecnologías.

Sincronía y diacronía
 Los sistemas técnicos no escapan a la diversidad cultural, pero tampoco a la diversidad económica vigente en el mundo actual. Mientras asistimos, como podemos a la generación exponencial de productos tecnológicos de última generación, tenemos comunidades que viven prescindiendo aun de lenguaje escrito y de técnicas de generación de energía que suplanten la tracción a sangre. En una misma región del país coexisten formas y sistemas de producción completamente diferentes o sustentados en diferentes tecnologías. Piénsese por ejemplo en la panificación, desde el horno de barro a los sistemas automatizados más sofisticados. Puede sugerir esto que el segundo elemento pertenezca a una tecnología superior porque se realiza una producción masiva en tiempos optimizados. Si bien esto es cierto, no invalida que el uso de estas tecnologías produce nuevos problemas que están lejos de solucionarse.
 Pensar técnicamente supone distinguir medios de fines anticipando éstos últimos a través de: en primer lugar, crear una estrategia a nivel de proyecto para luego llevarla a su ejecución. Para ello es necesaria una organización social que exige una diferenciación de roles y funciones constituyendo así la llamada fase instrumental.
La tecnología centra su atención en el cambio técnico, es decir, en el cambio del modo de hacer las cosas, los artefactos que se usan, los gestos que se emplean. Cambios en cantidad, en tamaño, en ubicación, etc.
Esta manera de estudiar las técnicas coincide con la idea piagetiana en que la acción es la que organiza y no la percepción, ya que las estructuras de los artefactos son en función de las acciones. De esta manera, si se es capaz de analizar las acciones, pueden transferirse, es decir, delegarlas en otras personas o en nuevos artefactos.
Aquí es necesario enfatizar que, a medida que se transfieren conocimientos a los artefactos, éstos se complejizan y a su vez se simplifican las acciones. Esto sólo es posible desde un enfoque sistémico de las técnicas, sistemas cuyos cambios se orientan a lograr mayor eficiencia, aunque es preciso destacar que la mayor complejidad en el artefacto genera una pérdida de la visión global del funcionamiento y  desconocimiento de la función de las partes en los usuarios.
La técnica es entonces, en principio, una capacidad de resignificar las cosas que nos rodean y la tecnología deja de ser una aplicación de conocimientos científicos y se perfila como una transferencia gradual de los sistemas corporales a las máquinas. La educación tecnológica debe tener como uno de sus objetivos centrales promover la toma de conciencia de esta realidad dando cuenta del modo en que la aceleración del ritmo de producción técnica hace necesario distinguir, para promover, el uso de tecnologías convenientes, de aquellas que han producido y provocan cambios medioambientales de tal magnitud que aunque se reduzca drásticamente la razón de crecimiento de producción, las consecuencias sean tan difíciles de reparar que ponga en riesgo las condiciones vitales del planeta.


[1] Artefacto: (Del lat. arte factus, hecho con arte). m. Obra mecánica hecha según arte [siguiendo técnicas]. 
[2] En este trabajo aparición no indica momento y lugar de invención sino la irrupción de un artefacto en una comunidad determinada, es decir, el momento en que su presencia comienza a modificar la conducta de los sujetos que de alguna manera se relacionan con él.
[3] Ob. Cit.
[4] Mumford, Lewis. Técnica y civilización.